PLAGUICIDAS Y MALFORMACIONES CONGÉNITAS

Soy Victoria Mella, rut 5.148.911-k, médico cirujano, rol Colegio Médico 8773-4, gineco-obstetra en ejercicio desde 1974. Desde marzo de 1977 específicamente vivo y trabajo en la ciudad de Rancagua, Sexta Región. Soy la profesional que cometió el pecado de:

1° Comprobar que en el Hospital Regional de Rancagua nacían malformados mayores en una proporción tres veces mayor que en el resto de las regiones de Chile.

2° Comprobar que había entre los progenitores obreros agrícolas fumigadores y/o temporeras de la fruta con elevada frecuencia.

3° Frente a estos dos hechos irrebatibles surge como hipótesis de trabajo la posible relación de exposición laboral a plaguicidas y las malformaciones congénitas. Sobretodo me preocupa la gravedad de las lesiones de los niños hijos de madre adolescente, cuyo trabajo y exposición se inició en la infancia, a los 8 o 9 años de edad.

¿Cómo oso culpar, en forma tan poco seria, a los plaguicidas de las malformaciones congénitas?

Soy una médico-obstetra, de un hospital de provincia de este país subdesarrollado, sin ningún ánimo de protagonismo vacío, ni de dármelas de autoridad en nada, pero con suficientes neuronas en uso como para darme cuenta que aquí algo no encaja. ¿Cómo me explican que durante diez años no se haya avanzado nada frente a una realidad concreta? ¿Cómo nunca nadie enuncia la hipótesis seria y comprobable científicamente que dé por tierra con la que yo propuse? Esa es la única manera científica de progresar, que conozco y respeto. ¡Esa es la única forma ética de trabajar en un tema tan dramático y traumático para todos los seres humanos involucrados! Más allá de los guarismos estadísticos están los niños dañados para siempre, están las parejas destruidas, están las madres que no se atreven a soñar con un hijo normal.

Exijo la hipótesis científica seria que explique esta situación. Exijo, a aquellos que livianamente opinan que la causa se puede deber al cobre, me expliquen por qué la cantidad de niños malformados que nacían en esta región antes del boom frutícola de los 80 no era diferente al resto del país, en circunstancias que la explotación cuprífera de El Teniente era parte del "sueldo de Chile" desde comienzos de siglo.

Exijo a aquellos, que aseguran con conocimiento científico, que la deficiencia de ácido fólico es causa comprobada de malformaciones del tubo neural (asunto por demás conocido y que no osaría negar debido a su etiología multifactorial) me expliquen ¿por qué se concentran en esta región? La deficiencia de ácido fólico se asocia a un tipo de anemia, que se presenta por igual a través del país en mujeres en edad fértil. Por lo tanto lo científicamente esperable es frecuencia semejante de malformaciones congénitas a lo largo del territorio nacional. Como dato científico es necesario decir que la Dra. Marion Moses, autoridad mundial en el tema de daños a la salud asociados a la exposición laboral a plaguicidas, a quien pude conocer directamente cuando vino a esta región, me explicaba cómo en personas portadoras de anemia se observan mayores efectos deletéreos al estar expuestas y ello incluye los aspectos de salud reproductiva. El mecanismo de acción, según sus investigaciones, se debe a los elevados niveles de concentración que alcanzan los plaguicidas en estas personas y por tanto con daños que una persona sin anemia no presenta.

Exijo a aquellos que aseveran que las malformaciones pueden deberse a sustancias como el alcohol, cigarrillo o medicamentos, me aclaren ¿por qué este efecto es diferente al resto del país? Para los que no saben, el alcohol provoca por efecto teratogénico, un síndrome denominado alcohólico-fetal en el recién nacido, con estigmas propios que ningún médico podría confundir o atribuir a otra causa. Las personas que fuman durante la gestación provocan como efecto bajo peso de nacimiento en los recién nacidos, lo que está lejos de malformaciones graves. Debo también señalar que en el grupo de madres estudiado por mí, no hubo pacientes epilépticas en tratamiento con ácido valproico (medicamento reconocido como teratogénico). Tampoco hubo pacientes diabéticas que por su condición de tales pudiesen explicar un hijo malformado.

Exijo a todos los que de una u otra manera han descalificado, o se han hecho parte de la inacción basándose en mi "falta de seriedad", que planteen la o las hipótesis serias y científicas. Y se pongan de verdad a trabajar en ellas para definir claramente la o las causas que en definitiva provocan este daño a la salud reproductiva humana.

Debo agregar que no descubrí nada nuevo u original, simplemente comprobé en esta región lo que muchos expertos han demostrado "en forma científicamente seria" en otros lugares. Los daños en temporeros/as de la uva en el valle de California a lo largo de veinte años, las obreras de la floricultura de Colombia, las malformaciones derivadas de la exposición al Agente Orange, un herbicida usado como arma química por EE.UU. en la guerra de Vietnam. Es un tema tan importante para la OMS, que mantiene un grupo de expertos en Génova, para registrar cada nueva prueba "científica" sobre daño a la salud humana por exposición a plaguicidas. Allí se documentan efectos cancerígenos, mutagénicos, hepatotóxicos, nefrotóxicos, neurotóxicos, daños conductuales, dermatológicos y por supuesto reproductivos: esterilidad, infertilidad, abortos, mortinatos y malformaciones congénitas.

María Victoria Mella Marticorena

Rancagua

 

Fuente:

PUNTO FINAL

Año XXXV, N° 483, p. 30. Del 3 al 16 de noviembre del 2000